El tiempo, como sugirió Aristóteles, es una medida del cambio, y ha sido durante mucho tiempo una dimensión crítica tanto en el discurso filosófico como en la investigación científica. En los últimos 20 años, los congresos anuales de la Red de Investigación de Principios y Prácticas del Diseño han servido como medida del cambio en el campo del diseño, siendo testigos de su creciente importancia como profesión y de su establecimiento como disciplina científica en universidades de todo el mundo. Esta trayectoria de dos décadas nos lleva a reflexionar sobre cómo podría evolucionar la comunidad global de Principios y Prácticas del Diseño -y la disciplina del diseño en general- en los próximos 20 años.
Esta reflexión es especialmente apremiante en un mundo que se enfrenta a urgentes retos globales que abarcan múltiples dimensiones. Crisis medioambientales como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, problemas sociales como el envejecimiento de la población, las disparidades sanitarias y las desigualdades, y cambios tecnológicos como las transiciones energéticas, la brecha digital y el auge de la inteligencia artificial exigen respuestas inmediatas y con visión de futuro. Dentro del «cono de futuros» de escenarios posibles, las proyecciones distópicas parecen a menudo las más probables, mientras que la consecución de futuros preferibles requiere esfuerzos cada vez más deliberados y colectivos.
Por tanto, el diseño debe adoptar una perspectiva temporal ampliada, que no sólo interprete los deseos actuales de las personas, sino que también anticipe y aborde la evolución a largo plazo de los retos, sistemas y artefactos del Antropoceno. En las últimas décadas, el diseño se ha diversificado en una serie de comunidades temáticas y disciplinarias, cada una de las cuales fomenta distintas culturas, metodologías y herramientas para la práctica y la investigación. Esta diversificación ha permitido al diseño operar a nuevos niveles y en nuevos contextos, aunque persisten los retos a la hora de crear y medir el impacto a largo plazo.
El 20º aniversario de la Red de Investigación de Principios y Prácticas del Diseño nos brinda una valiosa oportunidad para evaluar el rendimiento de nuestros principios y prácticas y prever cómo debe adaptarse el Diseño para afrontar los retos del futuro próximo. Este momento nos invita a reforzar el papel cultural del Diseño como catalizador de un cambio significativo y duradero.
Hacemos un llamamiento a los investigadores de todos los ámbitos del diseño para que exploren el concepto de tiempo y reflexionen sobre su influencia en cualquier aspecto de la práctica o la investigación del diseño. ¿Qué cambios propondría usted para los próximos 20 años?